jueves, 27 de mayo de 2010

Entre pepas y sahumerios

(mi guardián)

Una bata blanca se acerco hacia donde mi persona. Rápidamente me pidió mi información la cual yo gustosamente le brinde. Por breves lapsos de segundos sufrí de lo que llaman: Stockholm Syndrome (Google it). Pensé que la estadía en este cuarto alumbrado y con fotos stocks mal publicadas harían que mi degollador me tuviera pena.

No fue así. Incluso me informo que no me torturaría removiéndome 4 partes si no 5 partes de mi cuerpo humano homo sapiens andante.

Mi cara de euforia y negación se dejaba notar hasta lo más alto de este edificio con vista a enjaulamiento federal y expresos sin límites de velocidades.

Al parecer el sujeto lo noto rápidamente. Intente escapar, su ayudante me intercepto a lo Abdulah the Butcher. Me cogió y me propino una narrativa que el mismo Miguel de Cervantes estaría intrigado. Su ser me convenció en sentarme en una silla que para mi entender era utilizada para torturas narcizas. No podía contemplarme en el abismo.

Me habían atrapado, no había marcha atrás. Me acostaron. Me ataron y por supuesto me inyectaron cierta medicina que logro paralizarme por completo y entrar en un mundo jamás antes visto....al menos por mi.

Vi castillos de colores, torres con elefantes, unicornios rojos y de dos cabezas. Note lamparas brincando y osos malavaristas que hacen ver a Cirque de Soleil como si fuera el show de No Te Duermas en sus malos momentos. Todo, todo era una especie de hipnotismo controlado por neuronas sin control.

(sahumerio)

Al despertar......era muy tarde. Mis 5 partes sagradas y heredadas por el mismísimo Adán de la novela Ciencia Ficción llamada, Sin Eva no hay paraíso, fue removido sin piedad. Me arrastraron hasta llevarme en silla de ruedas porque mis piernas no pudieron controlar la"poison". Estaba inútil. No era yo.

Al despertar por completo un fuerte dolor se me acerco para recordarme de mi perdida. Al perder mi voz y mi apetito fue digno ejemplo de como yo estaba encarcelado en mi propio cuerpo sin poder hacer la llamada a mis parientes del más allá.

Los sedantes se volvieron mi mejores aliados. Me hace pensar que todo lo que ocurre cuando estoy bajo su efecto, es la realidad. Cuando despierto es simplemente una pausa de este juego llamado vida.

Y si no entiende nada de lo que hablo, mejor, porque nadie desea experimentar lo que yo acabo de sentir al:

removerme los jodios cordales.

¿te duele?

Lo Más Fucking Seguro!!!!

2 comentarios:

  1. En fin... no te quites el hielo de la cara! Que te mejores!

    ResponderEliminar
  2. El hielo ya es parte de mi persona y a lo mejor parare de parecerme a Kiko. Un abrazo Angélica!!

    ResponderEliminar